Creo que nací en el país correcto
pero con la población incorrecta.
Esto lo he pensado desde
que estaba en el bachillerato, si allí en ese lugar donde no tenemos claro ni
quienes somos en realidad ni a donde vamos, pero yo ya tenía planeada mi vida,
lo que me ha hecho ser un poco precoz respecto a otros compañeros. Tener un
plan siempre he escuchado que es de mala suerte porque las cosas nunca salen
como se planifican pero en mi caso no me ha ido nada mal. Y quién puede decir
que es malo? Las mejores ciudades son planificadas, las batallas que se han
ganado ha sido llevando a cabo un plan estratégico y las mejores gestiones políticas
también han tenido un plan de acción.
Contrario a mi plan,
muchos de mis compañeros de clase en el bachillerato, entre actos de rebeldía y
vueltas que da la vida algunos no lograron ese título conmigo, allí empecé a
notar que no todos teníamos un plan.
Al graduarnos y empezar a
ver qué haría cada uno con su vida, note que no solo planificar no era algo de
todos sino que muchos tenían pocas aspiraciones, unas se conformaban con ser
amas de casa y por el amor de Dios Tener un esposo e hijos es la cosa más fácil
que una mujer puede lograr, otros vivirían de sus padres hasta que algo se les
ocurriera, cuando yo quería escuchar era aspiraciones de un premio Nobel, ir a
las Olimpiadas, ser profesionales, ser el presidente del país o descubrir la
cura del cáncer.
Pensé fue algo que pasó
solo en mi escuela, pero luego al entrar a la universidad contrastando
opiniones con otros compañeros, note que era algo que no solo yo percibía. Como
puede ser normal que cada día halla menos estudiantes con planes de ir a la
universidad? Como puede ser normal que las mujeres aspiren más a ser modelos
sin estudiar alguna carrera que el día de
mañana las haga independientes? Como puede ser normal que los hombres
les dé más orgullo decir que son cantantes de hip hop, reggaetón, o cualquier
otro género que a la final pasa de moda que decir que son profesionales
exitosos?
Esto solo lo podría explicar, pensando que en nuestra sociedad y más profundamente,
en la familia, se han perdido valores que luego repercuten en la sociedad
creando niños que luego al crecer son seres que no aportaran nada positivo a la
sociedad. Al contrastar con culturas de otros países es inmensa la brecha que existe
entre la mentalidad de las personas de un país desarrollado y la de los
venezolanos específicamente. No tenemos
una cultura ni política ni social positiva y sólida que dejar de legado a
nuestros hijos, y aunque muchas personas si se esfuerzan por ser ciudadanos de
calidad, es imposible que unos pocos empujen a un país con 28 millones de personas que no desean
surgir.
En toda la
historia venezolana, hemos elegido nuestros gobernantes como los mesías que nos
salvaran de esta situación, sin ver que para hacer cambio verdadero TODOS
tenemos que caminar distinto, no debemos pedir regalos sino educación y trabajo
para conseguir nuestras metas, no tomar venganza del pasado sino tomar las lecciones
para ser mejores ciudadanos y dejar de ser un pueblo, dejar de creer en esos
gobernantes salvadores y ser conscientes que todos somos simplemente humanos
con defectos y virtudes, pero sobre todo y creo lo más importante es tener
grandes aspiraciones, porque el que no sabe lo que quiere tampoco sabe a dónde
va.
Venezuela es
el país de la improvisación, gobernantes que improvisan gestiones, padres que improvisan
como llevar una familia cuando ni siquiera tienen control de su vida, jóvenes que
improvisan su futuro, y un pueblo improvisando ser ciudadanos. Desafortunadamente
ningún país ha salido adelante improvisando ni nadie ha llegado lejos con maromas ni
trucos. Pero si se ha logrado mucho con educación, planificación, esfuerzo y siendo
un país con muchos ciudadanos virtuosos.
Día a día
duele ver como no aprovechamos nuestro privilegiado país, y no para solo ser un
país desarrollado sino para explotar nuestro potencial y ser el mejor país del
mundo. Pero para ser el mejor primero debemos reconocer que estamos equivocados
y si queremos salir adelante sacrificaremos muchas cosas y nos costara mucho,
pero le podremos dejar a nuestros hijos un mejor país. Pero siendo sinceros
quien votara por el candidato que nos diga que todos los venezolanos somos los
que estamos equivocados, que lo estamos haciendo mal, que somos gente común de
un pueblo y nos falta mucho para ser ciudadanos de una ciudad vanguardista, que
somos nosotros mismos los que estamos hundiendo al país y solo nosotros juntos
lo podremos sacar adelante? Sinceramente creo que muy pocos lo harían porque no
nos gusta escuchar y aceptar la realidad, solo los que nos mienten ganan nuestros
votos pero luego nos molestamos al ver que ese mesías no logró cambiar todo un
país que tienen 28 millones de personas que no trabajan por lograr el cambio
que quieren sino le dejan el trabajo a una sola persona que al fin y al cabo es
un individuo como cualquiera.
Venezolanos,
nos falta muchísimo para ser dignos de este país.
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