martes, 16 de febrero de 2016

¡Buenas noticias para Venezuela!


Es difícil ver la parte buena de una tormenta tan gris cuando se avecina, pero si la hay. Como todo en la vida esto nos dejará una lección, que sí, aprenderemos de la manera más cruda posible, pero nos servirá para siempre, recordemos el dicho que reza “Nadie aprende en cabeza ajena”.
Aprender es un proceso fascinante. Fascinante no quiere decir que siempre sea agradable o fácil; para Venezuela esta crisis será un proceso complejo que tendrá que afrontar para poder alcanzar la madurez política que necesitamos y definir un nuevo camino. El conocimiento por muy poco valorado que sea en estos días, no deja de ser nuestra mayor posesión, como ir a la universidad te ofrece un conocimiento para poder ser un profesional, una crisis solo es una oportunidad de aprender de una mala experiencia para poder ser mejores en el mañana.
Esta situación es más una prueba de resistencia, que de rapidez. Por fuerte que sea, pensemos en todo lo que ganaremos al final de este amargo camino.
Aprenderemos a desmitificar el socialismo y lo definiremos como lo que es, una elite oportunista que ¨ama¨ los pobres y por eso desea que todos sean pobres, menos ellos; aprenderemos que el poder corrompe hasta al más sincero y que si bien todos debemos tener la oportunidad de llegar al poder para ofrecer algo mejor, debemos limitar ese ejercicio; aprenderemos a ser más críticos políticamente a partir de haber vivido lo peor, ahora debemos enrumbarnos en la búsqueda de lo mejor y exigir lo mejor; aprenderemos a no creer en demagogias y a exigir dirigentes que en vez de prometernos el cielo trabajen junto a todos con los pies en la tierra; aprenderemos a convivir sin divisiones y rencores; aprenderemos a no dejar que se nos pisoteen nuestros derechos; aprenderemos a exigir eficiencia y a rechazar tajantemente la mediocridad; aprenderemos a valorar cada día de nuestras vidas porque sabremos lo que es vivir con miedo y zozobra; aprenderemos a no despilfarrar las riquezas de nuestra nación y tener visión estratégica de futuro porque sabremos lo que es vivir limitados y oprimidos; aprenderemos a valorar a quienes queremos porque sabremos lo que es perder a alguien en Maiquetía o a causa de una bala que nunca debió ser disparada.
Quizás solo aprenderemos a dejar de ser pueblo y empezaremos a ser ciudadanos…
A los que se fueron, por que no pudieron mas con esta situación, esperamos que vuelen alto, se instruyan, que dejen de sobrevivir y empiecen a vivir, que se fortalezcan del exilio obligado y que el objetivo de desunión del gobierno no sea logrado, hagan lazos con otros ciudadanos y refuercen los lazos venezolanos para que de esto salgamos más unidos que antes.  No sabemos si Venezuela les ofrecerá un futuro mejor de lo que tienen o tendrán, pero tengan por seguro que desde aquí lucharemos para volverlos a recibir y nos traigan todo lo bueno que en su camino hayan aprendido.
No podemos ocultar que Venezuela tiene una fisura existencial, pero la depresión no puede hacer que nos enfoquemos en lo que perdimos, reiteremos los malos momentos y el cansancio nos aísle. Debemos sobrevivir porque por derecho nos toca una mejor vida que construiremos desde las cenizas y con mucha sabiduría.
Aunque muchos se desanimen pensando en el caso cubano, recordemos que la historia y el destino es distinto para todos, la historia no es un molde que se ajusta a cualquier Estado. No hay motivos para decaer ¡No somos Cuba, somos Venezuela!

¿A qué fue Maduro a la IV Cumbre de la CELAC?


Este miércoles 27 de Enero, se llevó a cabo la IV Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños en la ciudad de Quito en Ecuador, la cual es una organización de diálogo y concertación política de ámbito regional, heredera del Grupo de Río y la CALC, la Cumbre de América Latina y del Caribe, que tiene entre sus objetivos promover la integración y desarrollo de los países latinoamericanos, objetivo que actualmente está para muchos en entre dicho por el poco alcance regional que la organización tiene cumbre tras cumbre.
Luego de tocar temas recurrentes como la pobreza de la región, el narcotráfico, el cambio climático y la preocupación por la economía global, se creó una misión que estará acompañada de la ONU que vigilará el cese al fuego y el abandono de armas por parte de la guerrilla FARC en Colombia, proceso de paz en el que la CELAC no tiene experiencia previas cabe resaltar; también debatieron sobre la crisis política que vive Haití, la cual ha sido poco reseñada en los medios internacionales, originada por la suspensión de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales y en la que se concluyó enviar una comisión de los cancilleres de Ecuador, Uruguay, Venezuela y Bahamas para evaluar la situación; no menos importante, también la presidenta Dilma Rousseff, propuso diseñar una estrategia regional para luchar contra el virus Zika, para el cual lamentablemente América Latina no tiene como hacerle frente y Venezuela con el panorama actual, solo le queda encomendarse a Dios.
Luego de estos temas, todos los venezolanos que no hayan visto la transmisión en vivo, deben saber que hizo nuestro ya impopular presidente en esta cumbre.
Recordemos que cuando un mandatario presidencial o canciller de una república asiste a un foro internacional, no habla solo Nicolás Maduro o Delcy Rodríguez como individuos investidos de un cargo, sino que hablan en representación de todos los que habitan el Estado que representan, vaya que pena y que vergüenza como quedamos los más de 30 millones de ciudadanos luego de esa cumbre.
Nicolás Maduro en su derecho de palabra, primeramente demostró haber ido a Quito sin ninguna idea de lo que pasaba en la región más que la crisis interna que le atañe; los asesores y personal de cancillería asumo que dieron sus panoramas y no fueron ni siquiera escuchados o están haciendo muy mal su trabajo, cuestión que no extraña ya que para nadie es un secreto que la institución se ha desprofesionalizado y perdido ampliamente su prestigio.
Luego, impresiona contundentemente como nuestro presidente lleva un informe detallado de cifras terribles que son el resultado de una crisis que solo y únicamente ha creado el gobierno nacional monopolizando todos los controles y aparatos productivos del país; pero es incapaz de darle esas cifras a la Asamblea Nacional y a todo el país que es el que verdaderamente vive y vivirá esta crisis que se recrudecerá este 2016. La respuesta a la propuesta de un “Plan Táctico Anticrisis Económica para estimular el sistema comercial latinoamericano y caribeño” de Maduro, se quedó en las buenas intenciones y los ofrecimientos, sin el apoyo de una Argentina que empieza a ver otros horizontes distanciados de las ideas socialistas y Estados que, históricamente si no reciben nada no dan ningún apoyo a cambio. En tiempo de vacas flacas, ¿dónde está el bloque del sur y el Caribe unificado con ideas revolucionarias, antimperialistas y socialistas?
No existe el altruismo en relaciones entre Estados señor Maduro, existe el pragmatismo, doctrina que sus homólogos de la región conocen a la perfección, pero que ni usted ni el difunto ex presidente sabían que existía, al parecer.
Ante una Venezuela que va a un foro internacional aceptando que está prácticamente en quiebra, antítesis de la bonanza y de estatus que ostentábamos al presentarnos en todas las organizaciones internacionales en años anteriores; no se hicieron esperar quienes se aprovecharan de la situación, y es normal, un Estado que se proyecta débil jamás será percibido como una amenaza, el mandatario guyanés, David Granger, no desperdició esta oportunidad.
Fue bochornosa la presencia venezolana el miércoles, dejando ver afuera todos los problemas tan terribles que vivimos sin haber ni siquiera hecho el esfuerzo de hablar a lo interno, con la Asamblea Nacional, con la empresa privada, con los gobernadores y alcaldes, con las instancias que pueden ayudar verdaderamente a sacarnos adelante. No tienen el valor de asumir frente a los venezolanos que hay un problema, que ellos son los responsables y que para solucionarlo se deben tomar medidas efectivas y eficaces lo más rápido posible. Adicionalmente, tuvo muy poca coherencia en el hilo discursivo, característico del personaje, donde prácticamente pidió ayuda para salir de la crisis, pero no desea que nadie se  involucre en los asuntos internos del Estado Venezolano.
Solo quedo abiertamente demostrado que usted señor Maduro, sigue creyendo en pajaritos que lo ayudaran desde afuera y no confía ni un ápice en el pueblo venezolano, en la rectificación, en el dialogo ni en todo el potencial que ni usted ni su incapaz gabinete saben que existe en Venezuela.