En este artículo de José Luis
Martí, vemos a la deliberación política como un elemento clave en el que es
imprescindible la partición de todos al discutir y aceptar o rebatir los argumentos
que cada uno pueda presentar en favor y en contra de las diferentes
alternativas de decisión.
En esta participación, las nuevas
tecnologías pueden ser muy útiles ya que como nos dice el autor fomentan la
deliberación democrática tanto en el ámbito institucional como en la esfera
pública no institucional, como de hecho ya está sucediendo.
Para lograr una democracia
deliberativa, se debe comenzar por lograr que la ciudadanía esté informada y
dispuesta a guiarse por el fin del bien común.
Cada vez se está intentando motivar
a los ciudadanos a participar en estos mecanismos de deliberación pero estos
deben apuntar más a la calidad que a la cantidad de dicha participación, para
una eficaz toma de decisiones. En la obtención de esta participación de calidad
es donde entra el factor información a ser de gran importancia, las nuevas tecnologías
serán de gran ayuda para los ciudadanos que deseen cultivar sus conocimientos
con las innovaciones que proporcionan información sin fronteras de tiempo ni
espacio y que sin duda colocaran a muchos a la vanguardia.
Para que estas nuevas tecnologías
jueguen el papel de servicio para lo cual benefician a la democracia
deliberativa, estas tienen que potenciar y hacer posible el diálogo entre la
propia ciudadanía y entre la ciudadanía y la Administración, lo cual está
siendo posible en redes como Facebook donde se están llevando a cabo foros y
Twitter donde los ciudadanos pueden comunicarse con las cuentas personales de
sus gobernantes y también se crean discusiones de diferentes temas, así que en
ese ámbito están comenzando a cumplir su papel, pero sin olvidar que la tecnología
no es nunca un fin, sino sólo un medio al servicio de las anteriores
consideraciones.
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